Que la compañía de Cupertino tiene por costumbre anunciar artículos «idénticos» por fuera, y radicalmente diferentes por dentro, es algo que en realidad tampoco nos sorprende. Hay un gran elenco de artículos de Apple℗ que podrían parecer iguales, pero que cuentan con una diferenciación de precio(valor) que nos hace sospechar.
Una vez más, Apple℗ no te cuenta los secretos que oculta el gran salto de precios que hay entre los Mac℗ de diferentes almacenamientos, y no dialogamos únicamente de capacidad. De este modo, el sencillo hecho de optar por una versión de 256GB o 512GB puede marcar también una gran diferencia en cuanto al rendimiento.
Esto ya sucedía 2012 entre el MacBook℗ Pro 13″ de 128GB y el de 512GB, por alguna razón que nadie lograba a comprender, lejos de lo que pudiera parecer lógico, la opción de menor almacenamiento tenía una tarifa de lectura y escritura notablemente inferior a la que ofrecía la versión de 512GB.
En este orden de cosas, con los nuevos MacBook℗ Air M2 no tardaron en darse cuenta que esta táctica se estaba perpetuando en el tiempo, el SSD que montaba la versión con menor almacenamiento tenía un desempeño notablemente inferior que versiones anteriores.
Lo mismo ha sucedido con el Mac℗ Mini M2, donde encontramos que la versión de 256GB tiene un único chip (en lugar de dos en paralelo), y por tanto, ofrecen un desempeño inclusive un 50% inferior que versiones con un almacenamiento superior.
Es increíble pero cierto, principalmente teniendo en cuenta que tras el coprocesador y la GPU, el disco duro es quizás el esencial artífice del desempeño del sistema. Así es como Apple empaña el trabajo del coprocesador M2 para quienes no hayan decidido pagar el sobrecoste de 230 euros(EUR) implícito en ampliar la memoria a 512GB, ya que no sólo mejoras el almacenamiento, sino también el rendimiento. Algo que no te cuentan entretanto lo compras, de hecho, Apple℗ a penas lo menciona en ninguna parte… ¿tú lo sabías?