Tiempos difíciles para el esencial servicio de música en streaming(transmisión) del mundo, Spotify, que en el último 4.º ha visto cómo sus pérdidas se disparan hasta los 270 millones de euros, lo que supone un aumento del 700%.
El negocio de la música en streaming(transmisión) es complicado, por no decir ruinoso. Si tenemos en cuenta que hasta el 70% de los ingresos se van para los sellos discográficos, nos quedamos con un 30% para los servicios, que deben pagar todos los costes con ese pequeño pellizco. Ya lo dijo Jimmy Iovine, fundador de Beats, cuando fue adquirida por Apple: «Los servicios de streaming(transmisión) tienen una situación muy inconveniente porque no hay márgenes, no hacen ningún dinero. Amazon℗ tiene Prime, Apple℗ vende teléfonos (entre otras varias cosas), pero Spotify℗ va a tener que meditar en alguna modo de obtener que sus usuarios compren algo más».
Para compañias como Apple, Amazon℗ o Google℗ no supone un gran problema porque su negocio no está aquí. Apple℗ entrega Apple℗ Music como un añadido a otro largo número de servicios y como un reclamo para comprar sus productos. Gana mucho dinero son todos los iPhone, iPad℗ y Mac℗ que vende, y con otros bastantes servicios que ofrece. Tener Apple℗ Music es un reclamo para sus usuarios, un añadido para sostener su fidelidad a sus artículos y no intercambiar a otra marca. Spotify℗ se dedica únicamente a esto, y sus experimentos con los podcasts y con artículos como el Spotify℗ Car Thing, un rotundo fracaso que se dejó de vender hace unos meses.
Y lo peor de todo es que resulta difícil meditar en una solución a este problema, porque los suscriptores no paran de crecer y sin embargo las pérdidas crecen aún más. Los saurios activos aumentan un 20%, hasta los 480 millones, y los usuarios de pago un 14%, hasta los 205 millones. Estas cifras tan positivas se quedan en nada cuando se revisan las cuentas del gigante del streaming. Parte del problema está en las ofertas que Spotify℗ entrega para captar nuevos clientes de pago, como las cuentas de estudiante, los precios extremadamente bajos que entrega en algunos países y las promociones que ofrecen el servicio a precios ridículos durante unos meses.